El futuro...

El tiempo me parece triste, creo que se murieron las hadas
y este jueves de mayo no se termina nunca...
Hoy quiero parar este emjambre loco de emociones
que parece que se apodera de mi, que manda más que yo sobre mis sentidos.
Injustamente (qué utopía la justicia en cualquiera de sus campos posibles) tu vuelves a mi memoria, a mi vida, a mis instantes, quebrándome por dentro, sin compasión alguna.
Tengo sed de un minuto de silencio conmigo misma, sin memoria...Sólo futuro al otro lado del olvido.
Y luego, la puta climatología, siempre a destiempo, siempre fuera de lugar (Por qué no llueve cuándo es necesaria la lluvia?)
Quizás a mi también me faltan metáforas, para compaginar la vida con esta desidia que se filtra por mi ventana en los días grises de mi alma. El dasamor sin fin, que tampoco se explica ni se entiende. Ese quiste en la cabeza, esa nostalgia prendida en los muebles, en cada esquina de mi casa, en cada página de cada libro que me regalaste o que leí porque tu me lo recomendaste...En cada amanecer lluvioso, en cada atardecer de tormenta, en cada uno de junio, en cada primavera...
Quizás ese momento en que se paró el tiempo era la única realidad a la que debería aferrarme: otra boca, otras manos, otra sonrisa, otras palabras al oído. Y después , buscar el rastro de otro entre mis sábanas para nunca más tener que mirar atrás y sentir vértigo.
El futuro...Esa puerta abierta a todo lo demás, lo que queda por llegar...y que tarda tanto.

Reconstrucción

Hace unos días que intuyo que todo puede sobreponerse, colocarse en su sitio, recuperar su esencia. Hace unos días que creí perder la última batalla y sin embargo hoy queda demasiado lejana esa derrota que al final no fué para tanto. Las despedidas duelen, se clavan en las entrañas y cimientan un poco la desesperación de un futuro inicierto en el que la soledad parece campar a sus anchas. Pero es sólo una vaga impresión, que por imprecisa se hace más incierta y menos conmovedora.

Nuestra despedida no tuvo su momento, su última conversación, esa definitiva que concluye con un punto y final después del que ya no caben más palabras. No tuvo llanto amargo ni besos que sentencien el adios de forma irreversible. No tuvo por qués ni excusas ni explicaciones ni treguas. En parte porque nuestra despedida no llegó a producirse nunca.

No lo considero una pena, ni una pérdida excesiva ni un dolor que no se acabe pasando. Todo pasa, todo llega. Y hace unos días que supe que no me quedaba más que levantarme y calzarme tacones y barra de labios anticrisis (rojo que te quiero rojo) y salir al mundo a regalarle un poco de mi alegría, aunque sea sólo alegría ficticia. Y después esa alegría terminará por convertirse en algo tan real como la vida, como este mismo día de mayo que me sonríe desde la ventana.

Mi psicóloga (siempre fuí mucho de tirarme en el diván y contarle mis penas a los profesionales, más por diversión que por necesidad) me dijo una vez, hablando de un hombre que no me quería como yo deseaba, que no podía pedirle peras al olmo, y la entendí perfectamente. La clave de mi infelicidad estaba en que pedía lo imposible, y eso me frustraba. Lo comprendí entonces y recuperé enseguida la sonrisa.

El viernes por la noche un amigo ( que me hizo de psicólogo) me dijo con una sencillez aplastante cual era mi problema en concreto con este amor que tengo enquistado : "no te quiere". Y la simplicidad de su argumento desarmó los míos, tenía razón. A veces es tan fácil como aceptar la realidad y asumirla, y a partir de ahí, construír lo que vendrá.

Particularmente

Nunca chove que non escampe, e precisamente esta é a grandeza do mundo no que vivimos. Un día todo está nublado, non hai esperanza posible e a caída ao pozo parece irremediable, e ao día seguinte, todo cobra unha dimensión distinta, e a realidade comeza a perfilar pequenas pingas de posible felicidade. Hoxe abrirónse varias fiestras e ainda que hai ameazas con mans moi longas, tamén cabe o optimismo. Así que, dende esta esquiniña na que me atopo, coma sempre agardando a que todo na miña mente acabe ao fin de definirse, teño a certeza de que nos próximos días todo irá a mellor.

Outro refrán no que confío é aquel que di, "cando non sabes que facer, fai o que debes" Eso fixen cando soupen que non podía máis, cando me atopaba perdida e desorientada. E despois de todo, nada é tan terrible e as solucións acaban por aparecer. Mentres pequenos salvavidas fan que nos manteñamos a flote de xeito natural. Cando todo vai mal, non queda outra, hai que remontar.

Las cosas no pueden ir peor, o si, no se . En todo caso hoy no puedo imaginar un infierno distinto de este en el que me encuentro .Lloro y mis lágrimas no me salvan, al contrario, me hunden más y más en esta pena espesa que sólo me lleva a su nombre. Marco una y otra vez su número de teléfono, aún sabiendo que al otro lado sólo escucharé la voz amable de su buzón de voz, que me recuerda que su teléfono está apagado. Apagado. Lleva así tres días, los que yo llevo llamando insistentemente, cada dos o tres horas, sin esperanza. Y sin embargo no puedo dejar de marcar su número una y otra vez, y dejarle mis lágrimas en forma de mensaje, ya no me salen las palabras.
Me estoy volviendo loca. Loca porque estoy en el final de una historia que ya es pasado en la memoria de todos los que me conocen. Tan sólo yo me resisto a los hechos. Me aferro a ese buzón de voz como si todavía algo fuese posible.
Pero en realidad lo se. Hace ya algún tiempo que él comenzó a formar parte de mi pasado. No tuvimos una despedida formal, en parte porque fui yo la que siempre quiso evitar ese momento. No soporto los adioses y estoy segura de que despedirme de él sería para mi mucho más que insoportable. Pero ahora, en este preciso instante agradecería recordar cada una de las palabras de esa despedida que no llegó a producirse nunca entre nosotros. Me regodearía en ese dolor intenso, y me dejaría caer sobre el sofá con la garganta encogida y el alma rota, esperando otra cosa que no fuese una llamada suya.
Esta es la historia de un final, corriente, como todos los finales del mundo. Les sucede a todos, tarde o temprano la vida te coloca en el lugar del abandonado, del despojado de su amor y casi de su dignidad en el mismo gesto. Y los recuerdos se mezclan con rabia, con pena, con una esperanza absurda que lo retrasa todo.
Hoy es mi cumpleaños.

Retazos da familia

Cando unha ten a costume de indagar nos blogs, atopa ás veces opinións agradables que por cercanas non poden deixarme indiferente. Ainda que non é o habitual, sacar aquí a relucir as proezas da familia, a ocasión ben o merece : miña irmá estreabase no estrado como deputada autonómica e parece que o fixo pola porta grande, según os entendidos.

Eurovisión 2009

Cando a selección española gañou a Eurocopa, España enteira gañou, e cando Soraya perdeu Eurovisión o pasado sábado, perdimos todos. En parte porque neste país temos o costume de involucrarnos , na procura sempre de certo grado de diversión.

Recoñezo que facía anos que non seguía o festival de Eurovisión, ( nin siquiera o ano pasado pese a fenómeno chiki-chiki) pero sempre hai tempo para mudar de hátitos e mesmo de aficións. Fun a unha festa -fantática festa, por certo- que xiraba en torno ao festival e ainda que unha non estivese moi pola labor, acababa involucrándose dun xeito extraordinario, era inevitable. Na festa había de todo para crear ambiente, banderíns , acreditacións, globos, e unha pantalla xigante para non perder detalle das actuacións. Pechou Soraya cunha actuación correctísima e nese mesmo instante comezaba a verdadeira festa.

Ser freake é un estado de ánimo, e deixar de ser freake é un erro imperdoable. Deixarse arrastrar o sábado polo ambiente eurovisivo foi moito máis ca un acerto. Ver o festival foi o paso preivo a toda a diversión dunha noite inesquecible na que bailei a canción de Noruega unhas sete ou oito veces. Por suposto que a excusa foi o festival, pero ao final o resultado ten pouco que ver co mobil inicial . A felicidade atópase en calquera esquina, e a xente máis interesante pode atoparse en calquera festa, só hai que estar disposto a deixarse sorprender, e aprender a disfrutar do que de entrada non nos parece moi apetecible.

De nieve huracán y abismos, el sitio de mi recreo...

Morreu Antonio Vega, e non atopei ningunha homenaxe mellor que este artigo, que non só mostra as miserias e xenialidades do cantautor, senón tamén mostra a xenialidade do seu autor como poucos.

Lento, inquieto, defectuoso...
el tiempo se detiene en las imperfecciones
como en un cruce de caminos,
duda, se encoge, retrocede.
Hoy tuve ganas de salir corriendo
-una vez más- bajo la lluvia
de un mayo incandescente.
Llené la maleta con toda la desilusión acumulada
y dos o tres gestos amables
que aún puedo recordar vagamente.
No sentí pena, era otra cosa...
Por fin las lágrimas se teñían de
algo diferente a la lástima por mi misma
- la peor de las lástimas, lo sé bien-
y no tuve ese miedo gris que
a veces confundo con el desamor.
Te quiero, qué certeza azul en esta tarde
meláncolica, en la ciudad ganada
y sin grandes esperanzas ¡¡¡¡
Te quiero -tristemente- bajo la lluvia
de un mayo incandescente
que agoniza en mis ojos desilusionados.
Hoy supe que nunca podría suceder...
y por primera vez en mucho tiempo
me sentí libre.

Non sempre a chuvia entristece os corazóns, non sempre a chuvia nos volve nostálxicos. Hai días grises que sin embargo teñen para un a frescura dun día de primavera que pode ser excepcional. Todo está nas nosas cabezas, así de sinxelo. O resorte da melancolía non se activou nesta maña de luns, na que chuvia saúda coa suavidade das tormentas de verán. Pensei na tristura de Jorge de onte pola noite, que me colleu por sorpresa, él que sempre é tan sereno, tan fuerte, tan estable. E dinme conta de que todos somos mortais e todos temos pantasmas e todos podemos , nun momento dado, sacar coellos dos chapeus.

E logo pensei no amor, esa cousa extraña que alguén inventou para non ter que falar tan só de sexo. E pensei en ti, coma sempre. Que non eres Jorge, que non poderías ser nunca Jorge, pero que poderías colmarme de ledicia. Cos anos unha perde a perspectiva do amor. Xa non perde a razón por uns bicos roubados nin se namora ao cruzar unha esquina. Escolle. Ou mellor dito, faise escollida, e non lle vale calquera. Procura unha o talento, a intelixencia, a risa, a armonía, a beleza, a tranquilidade...O amor vóltase utopía e tan só cres que o sexo pode cumplir as túas expectativas. Pero eu penso en ti, e sei que eres eso que busco, incluso algo máis. Porque por riba de calquera outra certeza, ti existes e de vez en cando saes á rúa a pasear a túa tristeza.

Quizais a chuvia trae máis morriña que felicidade, pero tamén nas pingas de auga podo recorrer os camiños precisos para chegar a un anaco de tempo inesquecible. Un anaco na beira de Maio, con olor a terra mollada, a canciño agarimoso que sacude o pelo antes de vir a lamberche as mans. Non fago nada concreto, nada extraordinario, tan só vivo o segundo no que escribo como o último segundo da miña vida...penso nas cousas que me trouxeron ata aquí e sinto o corpo sobre o chan, a gravedade que tira por min...Estou viva e ule a terra mollada. Primavera.

Mestre Mateo

O evento foi na cidade e eu pequei de novata. Non tódolos días acude unha a unha gala de entrega de premios, e claro, a cousa prometía diversión e glamour a feixes. Pero esquecín un dato importantísimo, estamos en Galicia e a cousa da para o que da. Si digo que a gala foi mínimamente dixerible, pásome de xenerosa. Porque caspa había para dar e tomar, e salvo algún agradecemento con discurso político implícito e nalgún caso explícito, directo aos corazóns dos defensores dese "bilingüismo" reinventado polo novo goberno, non atopei nada digno de mención. Os premios estaban máis que dados, e tampouco había moito donde escoller, pero parece que nin deu a cousa para sorpresas, xa se sabe, os cartos chaman máis aos premios que o talento. Non tivo sorte o único nominado que eu coñecía, e recoñezo que a entrega do premio a mellor curtametraxe de ficción foi o único momento emocionante que vivín no auditorio. Porque a posta en escea do espectáculo, o presentador farandulero aburrido e excesivo por igual, os guións sosos e carentes de gracia entre os que entregaban os premios, e en xeral todo o alí acontecido foi tedioso e cargante. E a esto hai que engadir o inconvinte de que se trataba dun programa de televisión, cos seus cortes publicitarios e as indicacións que se dan ao público nestes casos.

Despois os pinchos, algo así como unha verbena de pueblo na que lucir modelitos e deixarse ver. De glamour nada, por certo. Abundaban as "chonis" do mundo do artisteo, que se paseaban axitadamente dun lado para outro como si estivesen moi ocupadas. Revoloteaban os famosillos de medio pelo deixándose fotografiar coa pouca plebe que alí se atopaba, e os máis divos -tipo Tósar, Manquiña e outros...- intentaban facer gala do seu xenio e figura cunha pose entre prepotente e pseudointelectual.

Cando vas só mirar todo suma, e ainda que te aburras como unha ostra sempre se saca algo de partido. Despois da festa veu a noite, que prometía máis. Dispersouse o mundo da farándula galega polos pubs da cidade, para rematar casi todos no Karma. Nunca tanto actorazo se viu xunto nun local no que sempre acabamos os mesmos. Fixen un intento de falar cos rapaciños de Pradolongo, pero xa se lles subiu a fama - ou os porros- e comportaronse como o faría o mesmo Brad Pitt. Abraiada quedei. Despois de tal decepción optei por pasar do resto como si nada. En resume, ao audiovisual galego ainda lle queda moito por andar e moita caspa que limpar das chaquetas.

"Renuncio porque non hai nada máis xeneroso que renunciar ao máis amado para que o máis amado encontre o camiño..."

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Hoxe sentín a necesidade de buscar romanticismo nas verbas tenaces que queren arrancarnos un pouco de sentimentalismo. Entrou Maio nas nosas conciencias e marchou Abril, outra forma de velo, dende logo. E Xosé Carlos Caneiro debuxa as impresións neste artigo como ninguén, sinxelo, diáfano, sin contemplacións. Abril decepciona pero Maio agarda á beira do camiño. E logo sentencia, como si nos quixera deixar un ancla a que agarrarnos, esa esperanza azul que nos regala: " A felicidade consiste en non esperar a felicidade". Non esperar nada nada de ti, só quererte, tan fácil dicilo e tan difícil despois guiarse por esta determinación. Pero hai quereres así, e Maio é unha porta aberta a esa felicidade posible, a felicidade real , casi corpórea dos que non agardan nada. Hoxe sentín a necesidade de descubrir un pouco de amor nas palabras escritas en calquera xornal, máis alá da gripe, do paro, do parlamento Vasco, e sentín a necesidade de contalo, porque calar ás veces é como non sentir nada.

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Sei que te amo, e por iso, só por iso, renuncio. Para que ti busques o camiño, para que eu busque o camiño sin ti. E así, con este xesto pequeno comezar a comprender o mundo no que vivimos.

A existencia confórmase de pequenos momentos, anacos de tempo que acaban por facer unha vida. Así de sinxelo. Con optimismo maio floreceu ao tempo que o sol fixo a súa aparición estelar e todo cobrou unha armonía distinta, que xa me era necesaria, por certo. Decidín que as cores me animaban por dentro, que era máis feliz vestida con cores alegres e os beizos dun vermello intenso. Dirás que che parecín moi "hortera", pero tamén era eso o que pretendía: un pequeno brillo artificial que combinase ben co meu soriso de maio. Quero que saibas que hoxe pensei en ti, tanto...que nunca te farás unha idea real do tempo que dedico a pensarte. Claro que tamén teño tempo para pensar noutras cousas, e mesmo para namorarme noutros camiños que non conducen ao teu portal. Simplemente hoxe sentín a primavera dun xeito abraiante, a brisa suave con cheiro a verán , a rúa bulliciosa, os soños expectantes dende o primeiro minuto do día...E no medio de todo, estabas ti, sempre ti, facéndote notar sin apenas facer ruído, nun susurro...Logo chegará outro día sin luz, quizais chova e mire pola fiestra como as gotas de auga se estrellan nos cristais e forman regos que eu seguirei co dedo ata velos morrer, e así , gota a gota, lembrarei que noutro tempo te amei e fun feliz. Logo será tarde para casi todo o que teña que ver co amor, pero agora, agora sinto ganas de comerme o mundo en horas libres, de facer piruetas co destino e desperdiciar soños apostando por causas perdidas. Son unha incrédula que se resiste ao pesimismo dos tempos que corren, polo menos hoxe. Quizais mañá me pilles nun mal día e che diga que non hai remedio, que todo acabará mal e que non temos salvación posible. Pero hoxe, sóbrame alegría para repartir, e a ti quero darche casi toda a que me sobra, e que te empapes conmigo...e que sintas que este momento é tan máxico como poidas imaxinar.

Maio.