31 mayo, 2010

Déjame que te lo cuente bien, como se cuentan las cosas que en realidad nunca sucedieron que y habría pagado una un mundo entero para que sucediesen.
Aún no era verano, pero la noche era cálida y mayo tocaba a su fin. Los corazones latían al unísono por un sueño imposible y las apuestas se fueron echando en vaso de plástico con cierta determinación, como si realmente fuésemos expertos. Yo aposté con el corazón -dejando la racionalidad y el gusto a un lado- por un segundo puesto para España. Gana Dinamarca. Es mi país, el que me ha tocado representar con mi acreditación. Y arrancan las votaciones en directo. Duelo entre Alemania y Dinamarca en Oslo en los primeros minutos de la votación. Duelo de Emmas en el salón, que se levantan y saludan a la llamada por megáfono del anfitrión.
La victoria de Alemania no coge a nadie por sorpresa y se celebra como un triunfo de España en un mundial. Hay top five y ahí estamos sonrientes y pletóricos.
Luego toca desmelenarse, que de todo tiene que haber en las viñas del señor, y hay un momento en que un hielo me recorre la espalda para devolverme un poco a la realidad. Hago de bailarina, de muñeca de trapo y de arlequín a la vez, voy sobrada de inspiración y de desvergüenza. Y cuando me cruzo con M en la cocina se corta por unos segundos el aire. Nos reconocemos. Los besos del año pasado resuenan como un estruendo de pájaros locos en mi cabeza: estalla la memoria. Aún quedaba Eurovisión para rato aquella noche.
El espectáculo de pelucas y micrófonos se sucede como en un circo esperpéntico en el que todo el mundo se divierte y nadie llega ni siquiera a rozar el ridículo. Hay cierto aire de libertad entre esas cuatro paredes entre las que resuenan los ecos de una televisión a toda voz y las voces de gente que habla, ríe, bebe, y levanta la mano en respuesta a las preguntas que asaltan el ambiente a golpe de megafonía. ¿Quién lleva bragas?, por ejemplo. ¿Quién espera llevar bragas alguna vez? ¿Quién apoya el decretazo de Zapatero?¿Quién apoya la ley del aborto? ¿Quién estuvo alguna vez en Irlanda?...El espíritu de Peter Pam lo envuelve todo y se confirma su presencia cuando irrumpe la policía para decirnos que la fiesta terminó, que hay que poner rumbo a otros escenarios y que no cantemos más por esa noche. De beber no dicen nada. Se baja el telón en el número 17 , primero de la calle Astorga, se apagan las luces y los artistas abandonan en discreto silencio la estancia, en grupitos de cinco o seis, algo cabizbajos e incrédulos. La policía espera paciente a que se complete el desalojo. Somos como quinceañeros a los que les echan una regañiña por portarse mal. Pero si todo era demasiado inocente...nos disculpamos, y nos creen, pero las acreditaciones al evento denotan cierta excentricidad que no acaba de cuajar, que nos culpabiliza a pesar de todo.
En un garito hay una fiesta para freaques como nosotros que buscan arraigo eurovisivo, un espacio donde llorar las penas de lo vivido y de lo que no pudo ser. Y el chico de camisa de rayas , que lleva los ojos perfilados de negro, le echa miradas guarras e insinuantes a un amigo. Creo que tardan viente minutos en comerse la boca el uno al otro. Suena la canción de Noruega del año pasado, la que se alzó con el triunfo y que nos recuerda que el tiempo pasa pero nuestras vidas están justo en el mismo punto. Punzada en lo más hondo, nos resistimos a crecer.
Pero M se acerca sonriente y me coge de la mano y todo se olvida, incluso que él es homosexual y que no vale la pena ilusionarse por mucho que te revolotee.
Las conversaciones en los baños siempre fueron mi especialidad. En los bares de ambiente no pasa nada porque se cuelen un chico y una chica en un baño, se trata sólo de compañía. Luego una, a fuerza de frecuentar esos ambientes , acaba acostumbrándose y le parece normal decirle a cualquier hetero en el medio de una conversación de barra tomando una copa, que te acompañe al baño, para no perder el hilo de la conversación.
M se fué dejando vencer por una sensación entre ternura y deseo, ficticia probablemente ,pero qeu sin duda le reconfortaba. Me llevaba de la mano como si temiese perderme de vista entre la multitud de borrachos y locas transnochadas. Y en una esquinita de la barra de un pub construímos una isla en la que dorarnos la píldora el uno al otro. Pasamos de la frivolidad al sentimentalismo, y del sentimentalismo al drama, para instalarnos luego en una confusión de sentimientos y deseos que dejamos que se explicasen solos, pero que desde luego nosotros no cuestionamos. "Bailar pegados es bailar..."sonaba desde un lugar lejano de la memoria eurovisiva, yo tenía quince años y un recién implantado marcapasos que le daba ritmo a mi corazón , pensé en Senén, aquel amor platónico del instituto, y regresé a los ojos detrás de las gafas fashion de M para perderme en un beso ilógico.
Entre tonteo y tonteo M se dispersaba mirando el culo de un chico que pululaba por allí. Eso me pone siempre de los nervios, que confundan sus gustos y que jueguen a la conquista de mujeres con armas tan poco heterosexuales que acaban por dejarme siempre desarmada e indefensa. Se cuelan entre tu escote con un arte que no encuentras en ningún otro lugar, y cuando tocan mis piernas dicen sin tapujos que no tengo gramo de celulitis y se ponen cachondísimos.
Poner cachondos a los gays es una de mis especialidades inconscientes. Yo no deseo generar dudas en su sexualidad después de la segunda copa, pero sucede con frecuencia. Algo del todo inexplicable, dice un amigo mío.
El caso es que M se dispersaba y yo empecé a recobrar la lucidez que perdí en aquel torbellino de nostalgia quiceañera al que me llevara la canción de Sergio Dalma. Y partí por mi cuenta rumbo hacia un lugar seguro, mi cama.
Pero volver a veces no es del todo fácil. Un amigo me requiere para que lleve condones y lubricante para coronar una noche de pasión que se había ido construyendo de bar en bar y de copa en copa. Que se te acaben los condones en medio de toda la pasión y además sean las seis de la mañana es una putada siempre y cuando no tengas a una amiga deambulando por las calles y que está dispuesta a ir a una farmacia de guardia y hacerte la entrega a domicilio en menos de veinte minutos, como si se tratase de Telepizza.
Camino de la farmacia me encuentro con otro amigo que se perdió entre los bailes del primer antro al que nos arrastró el desalojo policial, y le digo cuál es mi próxima misión. Por supuesto que me acompaña, que para eso están los amigos. Y en la hora indicada llegamos con los condones para la feliz pareja que aún tiene el brillo del primer encuentro en las pupilas. Se han amado ya, pero necesitan entregarse del todo, reventar si es preciso, antes de que amanezca. Aún nos acomodamos todos en el salón y nos servimos una última copa. Y el mundo empieza a llenar ese último espacio de la noche, con su crisis económica, con las medidas de Zapatero, con la caída inminente del estado social, con la UE...El amanecer saluda tras las cortinas y la caja de condones empaquetada ejerce su presión sobre la mesa, entre vasos vacíos y ceniceros a rebosar. Cada uno a sus aposentos que la noche tocó a su fin.
Quedaba aún el sobresalto entre las sábanas de los amigos que se reencuentran algo aturdidos en besos que saben a ron. La amistad a prueba , mientras en el cuarto de al lado se usan uno a uno los condones que compramos. ¿Por qué no trajimos otra caja? Y con ese pequeño remordimiento me duermo entre caricias y abrazos que no se parecen a nada, porque encierran sentimientos demasiado contradictorios

30 mayo, 2010

EUROVISIÓN 2010

Este año España tampoco ganó el festival de Eurovisión y eso que Daniel Diges tuvo la oportunidad -única en la historia del festival- de cantar dos veces su "Algo pequeñito", pero ni con esas conseguimos más que un digno puesto número quince. Ganó Alemania, que no lo hacía desde el 82, y desgraciadamente Dinamarca se quedó con un merecido puesto entre los cinco primeros, pero desde mi punto de vista un tanto injusto, puesto que para mi era el país claramente vencedor.
Que España no ganase fué lo de menos. En noches como la de ayer, 29 de mayo, lo importante no es encender la tele y votar a los países según van saliendo a actúar, sino dejarse empapar por el ambiente y sentirse una eurofan más entre la multitud, y ser feliz, que de eso se trata al fin y al cabo cada encuentro.
Que el anfitrión de una velada sea un hombre excepcional que vive el tema como nadie ayuda a contagiar el espíritu necesario para disfrutar del festival, pero también que haya comida y tartas por todas partes y que para cierre acuda un furgón policial a clausurar el evento como si se tratase de un gran acontecimiento, que en efecto lo fué.
Luego toca ronda por la ciudad, por los garitos que ponen canciones del baúl de los recuerdos que es la larga historia de Eurovisión y que están en la memoria de todos. Con acreditaciones al cuello que indican el país que nos tocó representar y que muestran que venimos de otro mundo nos hicimos hueco entre los demás y bailamos al ritmo de la nostalgia. Alemania no ganaba Eurovisión desde el 82. Y al tiempo que Diges hacía historia en el festival repitiendo su canción, nosotros hacíamos también historia a nuestra manera.
Los reencuentros también son parte del espectáculo y uno de ellos me animó de forma sorprendente. Allí estaba con su peló más corto y un modelo de gafas distinto, pero me acompañó a uno de los momentos más entrañables y extraños de la noche. Cogidos de la mano fuimos al baño, para continuar charlando mientras meábamos, algo muy normal en determinados ambientes. Y mientras yo estaba sentada en la taza del wáter él iba cortándome el papel higiénico y dándomelo a trocitos. Hacía tiempo que no experimentaba tal grado de ternura.
Que un amigo te despierte a las once de la mañana de un domingo y se tire en tu cama para decirte que está enamorado del ligue que conoció hace apenas unas horas también tiene parte de encanto, el que da esa intimidad compartida en la que no se escatima en detalles ni se averguenza uno del romanticismo. Entre amigos todo vale. Todo reconforta.
En fin, que "algo pequeñito" se hizo grande en nuestro horizonte freake y estrujamos las horas de tele como si la vida fuese eso y nada más. Ayer la vida no era puro teatro, sino puro festival

27 mayo, 2010

A igualdade de oportunidades: unha ferramenta lexitimadora da desigualdade

Toda sociedade debe proporcionar algunha ideoloxía que lexitime a desigualdade para manter así a estabilidade do sistema de estratificación. A relixión en mans das élites políticas e económicas foi a ideoloxía que con maior frecuencia se encargou de manter as desigualdades de clase. Sin embargo, co derrumbe das sociedades feudais e a chegada da revolución industrial, caeron as vellas ideoloxías e é neste contexto de sociedades industriais modernas onde a crenza na igualdade de oportunidades demostrou ser unha ferramenta nova e poderosa para lexitimar a desigualdade.
Para explicar o efecto sociopsicolóxico que a igualdade de oportunidades ten na lexitimación das clases podemos tomar como exemplo explicativo o estudio de Lane, realizado en 1962 e considerado agora clásico. Lane toma como mostra aos homes traballadores dunha cidade industrial do noroeste dos EEUU e realiza entrevistas minuciosas a quince deses traballadores bracos de "pescozo azul".
Estes homes crían na igualdade de oportunidades e Lane descubre que esta crenza inflúe profundamente no que estes homes pensaban sobre a súa posición na vida. Así , esta crenza levaba a estes homes que tiñan un estatus baixo a sentirse responsables do seu baixo estatus por ter algún defecto ou por ter actuado desaproveitando oportunidades . Estes homes adquiren unha opinión baixa sobre eles mesmos porque sinten que deixaron escapar oportunidades, como por exemplo oportunidades educativas ( si tivese ido á universidade...pensan). E esta baixa autoevalución axúdalles a explicar o seu estatus relativamente baixo.
Pero a xustificación da perda de oportunidades educativas permítelles ademais manter certa xustificación tamén ante eles mesmos, pois as oportunidades educativas deixáronas escapar uns xoves inexpertos, inmaduros e irresponsables e non os adultos que son agora..
A outra cara da moeda é que na maioría dos casos, estes homes conseguiron unha posición mellor da que tiveron os seus pais, maiores soldos e maior seguridade, polo que se sentían orgullosos, e en certo modo sentían que melloraran gracias ao seu esforzo , sin que ninguén lles regalase nada. Si aos que se encontraban en posicións máis baixas ca eles se lles garantía a igualdade sin ningún esforzo, o traballo de toda a súa vida carecería de valor, polo que xustificaban que os máis pobres obtivesen menos recompensas, xa que non traballaran o suficiente.
Deste xeito, os traballadores xustifican as súas maiores recompensas con respecto a outros traballadores de maior estatus porque a ideloxía da igualdade de oportunidades fai que se culpen a sí mesmos da súa baixa posición, e ao mesmo tempo, xustifican que outros reciban menos recompensas (incluso xustifican situacións de pobreza extrema) porque esas persoas tiveron as mesmas oportunidades ca eles e nonas souperon aproveitar.
Según o estudio de Lane, podemos concluír que a ideoloxía da igualdade de oportunidades proporciona unha base para a aceptación da desigualdade nas sociedades industriais. Os individuos acaban por aceptar e xustificar que a desigualdade é dalgún xeito xusta e necesaria.
Hai que ter presente en todo caso que esta tendencia psicosociolóxica a aceptar a desigualdade é a nivel abstracto, pero non significa que se acepten formas específicas de desigualdade ou que non existan graos de desigualdade que se consideren inaceptables.

26 mayo, 2010


UM DÍA, O MAIS PROVÁVEL É TORNARES-TE NUM CHATO, DEIXARES DE SAIR Á NOITE E COMEÇARES A LEVAR-TE DEMASIADO A SÉRIO. NESSE DIA, VAIS COMEÇAR A VESTIR CINZENTO E BEGE, PEDIR PARA BAIXAR O VOLUME DA MÚSICA E DEIXAR A TUA GUITARRA A APANHAR PÓ. VAIS TORNAR-TE POLITICAMENTE CORRECTO, SOCIALMENTE EVOLUÍDO, ECONOMICAMENTE CONSCIENTE. VAIS ACHAR QUE TENS DE IR PARA ONDE TODA A GENTE VAI E ASSUMIR QUE TENS DE USAR FATO E GRAVATA TODOS OS DIAS. NESSE DIA, VAIS DEIXAR DE BEIJAR EM PÚBLICO, AS TUAS VIAGENS SERAO MAIS VEZES NO SOFÁ E DORMIRÁS MENOS AO RELENTO. É OFICIAL. VAIS ENTRAR NA IDADE DO CHINELO E DEIXAR DE SER QUEM FOSTE ATÉ ENTAO. VAIS DEIXAR DE TE SENTAR AO COLO DOS AMIGOS E VAIS ESQUECER-TE DE COMO SE FAZ UM QUAMTOS-QUERES OU UM BARCO DE PAPEL. VAIS FICAR NERVOSINHO SE NAO TROCARES DE CARRO DE QUATRO EM QUATRO ANOS E DESATINAR SE O HOTEL ONDE ESTIVERES NAO TE DER TOALHAS PARA O TEU MACIO E HIDRATADO ROSTO. VAIS TORNAR-TE MUITO CRESCIDO E COMEÇAR A PREOCUPAR-TE COM TUDO E COM NADA E A NAO FAXER NADA PORQUE "VAI-SE ANDANDO" E A VIDA É MESMO ASSIM. VAIS DIZER NAO MAIS VEZES, VAIS TER MAIS MEDO, VAIS ACHAR QUE NAO PODES, QUE ANO DEVES, QUE TENS VERGONHA.

VAIS SER MAIS TRISTE.

NESSE DIA, O MAIS PROVÁVEL É QUE TAMBEM DEIXES DE BEBER REFRIGERANTES.

AQUÍ FICA UMA IDEIA: QUANDO ESSE DIA CHEGAR, NAO LHE FALES.



MANTÉM-TE ORIGINAL.




Publicidade dun famoso refresco portugués. O refresco non se traga, pero a publicidade ben paga a pena.

25 mayo, 2010

Pontevedriña

Chove sobre finais de maio. Chove sobre Pontevedriña (esta vez sí, esta vez sí que me sinto preparada para darlle este nome a esta cidade). Os nomes -os diminutivos- hai que gañalos co tempo, coa sensibilidade das nosas flaquezas e o abrazo quente das nosas inquedanzas...Os diminutivos saen de dentro dos corazóns para templar o ánimo dos que os reciben, para acariciarlles a meixela e darlles un pouco de alento. Pontevedriña, ao fin. Agora que estou no princio do fin, cando todo se perfila como un adeus na miña cabeza, ainda que físicamente siga estando aquí.
Chove sobre maio...E non me importa a chuvia, nin que o verán se resista, nin que a cidade se me escape das mans, nin que o amor non chegue do xeito desexado...
Hoxe sentín a cidade como miña, qué ironía...Pontevedriña, ao fin.

24 mayo, 2010

Dezaseis

Enfrenteime ao meu cumpleanos coma quen se enfrenta a un acto de liberación feminina, sin maquillaxe e sin sostén, non por convicción nin por desexo propio, senón porque ás veces nun deixarse levar polos acontecementos, á marxe de plans superestablecidos, acaba unha por sentirse máis libre, en tódolos sentidos da palabra. E soplei as velas según o previsto, ainda que no día 23...que a noite non entende de demoras imprevistas e nós non entendimos de presas innecesarias. Houbo o imprescindible, o suficiente, o necesario ao fin e ao cabo na vida dunha persoa e tamén nun día señalado : amigos cos que compartir os momentos e surrealismo dabondo para non esquecer xamais o día, a noite e a madrugada. Non paga a pena contar o que pasou, esa mezcla de "mujeres desesperadas", "Pasión de Gavilanes " e o peor cine de Almodóvar, para que todo remate ben cunha grúa á porta facendo dous servizos e unha resaca chea de perdóns e de remordementos. Pero o sol sae para todos e a luz dalgún xeito purifica as conciencias. Na vida o máis importante é que te queiran e ter a quen querer. E todo iso fíxose evidente.

22 mayo, 2010

Cumpleanos Feliz

O ano pasado o día do meu cumpleanos foi un día fatídico, deses que merece a pena esquecer para sempre. Ese día, pola mañá, comezou o principio do fin dunha relación que me tiña completamente transtornada. Non era o meu mozo o home que o mesmo día do meu cumpleanos comezaba a serpararse de min, pero sí era o home ao que eu máis amei na miña vida, e iso é o que conta.
Chorei toda a tarde colgada do teléfono cos meus mellores amigos dándome ánimo e cariño dende a distancia, xa que os abrazos dende tan lonxe desgraciadamente non eran posibles.
A noite, recompuxen o meu rostro o mellor que puiden e saín cunha amiga a beber a cidade enteira si era preciso. Aquela noite remateina follando cun tipo moi guapo, e foi iso o mellor agasallo que podía ter nese día. Non polo polvo, que estivo ben pero non ten demasiada importancia, nin porque fose un home moi guapo, que abofé que o era, senón porque esa intimidade inesperada de bicos e caricias salvoume aquela noite da melancolía e dalgún xeito devolveume ao mundo dos vivos.
Ao día seguinte todo foi a correr porque eu tiña que marchar a Vilalba e nin me deu tempo de despedirme antes de botalo da casa a toda presa. Por iso él nunca soupo que aquela noite salvou o meu cumpleanos e que por iso nunca o olvidarei.
Este ano todo é ben distinto. De seguro que non vou rematar a noite follando con ningún tipo guapo porque o meu retiro entre amigos nun pobo de catrocentos habitantes e tres bares non vai propiciar ningún encontro sexual. Tampouco vou chorar toda a tarde porque o meu corazón non alberga ningunha tristeza chorable. Soplarei un montón de velas nunha tarta feita por min e terei os abrazos dos amigos -esta vez sí- que me darán cariño e alegría.
Boto a vista atrás e, curiosamente, sinto que aquel principio do fin foi o mellor que me puido pasar. E non sinto nostalxia dos bicos daquel home que tanto amei. Curiosamente, sinto máis nostalxia dos bicos efímeros de meu salvador, aquel tipo tan guapo co que rematei a noite follando.

17 mayo, 2010

Con nh

En cada lugar a vida sucede dun xeito ben distinto. E algo ao que non paro de darlle voltas ultimamente. Hai tantas formas de vida como lugares, quizais , tantas formas de vida coma persoas...
Hoxe hai unha luz ben distinta no meu ceo, e descubro as cousas con outra naturalidade.
Sentei nunha terraza a tomar unha cervexa, soa, cunha libreta e un libro nas mans, disposta a ver pasar xente, a escribir quizais. A ler. Pero de pronto sentaron na minha mesa un home e unha muller, quizais porque lles deu pena a minha soedade, ou por non ocupar tantas mesas. Si, debeu ser por iso, unha simple cuestión de economía. O caso é que a minha soedade viuse truncada e nese intre comprendín que precisamente isto é vivir. Un desfacerse constante dos plans feitos, un discorrer de acontecementos que nos collen por sorpresa, que nos quitan da nosa rutina e nos tocan dalgún xeito o corazón.

12 mayo, 2010

Quedeime plantada no medio da Guerra Civil un venres pola noite. Algo hatiual, pola contra, un feito sin máis ao que non debería de darlle importancia. Sin embargo, últimamente acontéceme demasiado eso de quedarme plantada no medio dos grandes acontecementos da humanidade, coa palabra na boca, e o que é ainda peor, a solución a tódolos grandes problemas mundiais na punta dos beizos, sin ninguén disposto a escoitala. Claro que tamén pode ser que últimamente estou desenrolando algo moi incómodo por outra parte, unha certa intolerancia ao alcol que quizais ten que ver coa miña pérdida de peso repentina. Son máis delgada ca antes e con tres cervexas vou trompa perdida. E a realidade. E ante algo así non queda outra que adaptarse á nova situación, cousa que non é fácil e que por tanto ainda non teño controlada de todo.
Hai dúas opcións, a primeira renunciar a esa terceira cervexa que acaba por fundirme na miseria da irracionalidade, a líbido desbordada e a pérdida de reflexos, ou ben, unha segunda opción máis tranquilizadora e racional que ao mesmo tempo é aburrida e conleva certa dose de vontade : a abstinencia. Ante esta decisión trascendental, que sempre se me presenta nun momento nada propicio como é a hora nada recomendable das tres da madrugada dun venres calquera pola noite, eu opto sempre pola saída máis sinxela, a da inconsciencia. E claro , de ahí que deixe sempre os problemas do mundo sen resolver, perda os bicos no medio do barullo das discotecas e ao doblar calquera esquina de calquera rúa pontevedresa esqueza o amor que me acompañaba agarimosamente colléndome da man. Afortunadamente sempre atopo a miña casa e a cordura segue alí, agardando por min coma unha nai paciente e bondadosa que sabe que o seu fillo é tolo pero riquiño.
Díxeronme que había unha terceira opción, non saír da casa. Pero esa ainda non a teño en conta.

03 mayo, 2010

Cospeito é un bó sitio para vivir

Sempre pensei -xa dende nena- que o tempo en Cospeito era como un tempo detido, como si de pronto os minutos corresen máis lentos, acompasados ao ritmo das cousas e non ao revés. Sempre foi coma unha parada , como un descanso da vida cotiá. Porque alí non chegan os ruídos do mundo e todo xira dun xeito distinto e mesmo os momentos de ocio, as conversas, os paseos e as comidas teñen un sabor distinto a calquera outro. Pensei sempre que pousar os pés en Cospeito de cando en vez era un exercicio necesario, como unha terapia de relaxación para eliminar o estrés das rutinas diarias. Pero agora quizás comezo a mudar a miña percepción e comezo a crer que quizais sexa ese o ritmo que debería ter a vida. Que quizais non sexa a excepción esa quietude, senón a maneira en que deberían acontecer as cousas. A tranquilidade dunha vida entre veciños que conversan no bar, que se xuntan nas casas, que se coñecen e que respetan as súas miserias...Unha vida á marxe do que sucede nas grandes capitais, na que a globalización só chega a través da televisión encendida, pero que non importa demasiado. Porque importan os pequenos problemas daquela convivencia de pobo pequeno que loita pola súa supervivencia.
Díxeno unha vez medio en broma "Cospeito é un bó sitio para vivir", e agora esa frase cobra cada vez máis sentido e máis realidade. A vida tal vez sexa eso, e máis nada. E non vexo agora algo tan aloucado trasladar os meus soños e as miñas inquedanzas á pequena casa da Tina, como lle chamamos á casa na que nos criamos a miña irmá máis eu, e comezar de cero nese micromundo no que o tempo vai máis lento e a tranquilidade é un distintivo de calidade. Mudar de lugar, aproximándome ás raíces, e deixarme querer por ese home que leva anos declarándome o seu amor si florituras nin exceso de romanticismo. E plegar a miña existencia a ese ritmo que ten o encanto dos pobos e da natureza en carne viva. E rememorar en cada paso aquela infancia, os veráns na casa da Tina, os paseos á lagoa, os churrascos na terraza da miña avoa, os xelados no bar do Bautista...A vida era feliz cando eu tiña seis, sete, oito anos...e podería ser feliz agora tamén. Plantar eu a mesma horta que plantaba a miña tía, e levantarme cada mañá e abrir a mesma fiestra da infancia, e respirar ese aire e escoitar aos paxaros e nada máis.